miércoles, 6 de noviembre de 2013

Tati Valdés: Le llamaban...Maquinona

Cuando ayer publiqué la entrada correspondiente a Pepín Ortiz, muchos me preguntasteis, ¿Por qué no escribes sobre Tati Valdés y sus anécdotas?. Sobre todo en una concreta que más abajo relataré.
Pero en realidad la figura de Tati Valdés abarca mucho más que eso. Con la inmensa fortuna de que me faciliten en  primera persona, la información posible en mi propia casa, me siento ya en condiciones de escribir un artículo que espero que os guste. 
Relata mi padre, con quién mantuvo una especial relación personal, que" la frase de gran jugador y mejor persona se queda corta en este caso de Tati Valdés. Tati llegó procedente del Caudal en el año 64, a la vez entre otros que García Cuervo por citar un ejemplo. Pronto se ganó con su forma de ser a todo el mundo, y en el campo él fue un fenómeno que posiblemente estaba capacitado para haber jugado mucho más arriba. Jugaba en el centro del campo, y pocos jugadores han representado esa camiseta como Tati. Aunque era derecho, le pegaba con la zurda también , era de esos que recibía el balón levantaba la cabeza y te la ponía al pie. Sus pases aún pesan en el Molinón para quienes le vieron".

Es en ese momento cuando le pregunto a mi padre; ¿alguien al nivel de Joaquín?, la respuesta sin ninguna duda:"Sí, por supuesto, pocos jugadores han honrado más esa camiseta que Tati , está al nivel de los más grandes del Sporting porque él fue uno de ellos.".


Como anécdota personal, un día le preguntó mi padre:
-Oye Tati, ¿Todos los años traen uno para quitarte el puesto?, ¿Qué pasa?
- Vah, no te preocupes, que estos en cuando llegue el barro quedan ahí enterrados todos....Que traigan a quien quieran.

Buen chaval, apreciado en Gijón por todos, su carrera se desarrolló siempre en el club de sus amores. Pero más de uno preguntaba por una anécdota concreta: La del famoso peluquín. Pues bien, así fue esa famosa historia.
Su problema, su complejo o cómo le queráis llamar, es que fue un calvo prematuro.

Aconsejado por Rodrigo, un amigo suyo de Gijón propietario de una peluquería se puso un peluquín con el que podría jugar al fútbol. Así jugó muchos partidos aguantándole la competencia a Landucci, un argentino fichado ese año para competirle el puesto. Pero el peluquín  tenía una pelicula adhesiva  que había que cambiar todas las semanas.

El 2 de Marzo de 1975, se presentó en el Molinón la Real Sociedad, donde ya asomaban Arconada, Zamora y Satrustegui. Partido televisado por el único canal de la época, TVE. Antes del partido, Elizondo técnico de los donostiarras le pregunta cómo puede jugar al fútbol con peluca y Tati comete el error que le llevará a lo que después pasó. La explicación viene dada ya que esos peluquines contenían una película adhesiva que había que sustituir todas las semanas, y una vez arrancada ya no hacía efecto. En el momento que Tati le mostró a Elizondo, la película adhesiva perdió sus propiedades.




Y con el Molinón lleno, a Tati se le cae la peluca en el primer balón aéreo  que va a  disputar ante el OHHHHH del respetable. No hay rechifla. Se trata de un jugador muy querido y respetado. Pero en el segundo salto, en el minuto 12 se le vuelve a caer . Esta vez, el murmullo es más alto, casi un clamor. La recoje, y se retira al vestuario, dejando al publico  tanto del estadio como de la televisión, entre atónito y compasivo, con esa dura sensación de vergüenza ajena. Pasieguito, el míster del Sporting de la época rápidamente saca a Landucci. El resto del partido es un murmullo en el estadio que siente lo sucedido a Tati en carne propia. La Real Sociedad acabaría ganando por 0-2. La Maquinona no jugaría ya el siguiente partido, pero reaparecería al siguiente con su noble calva al aire, entre las ovaciones del público. Terminaría la temporada como titular como siempre, y Landucci regresó a Argentina incapaz de superar a Tati y al Barro.
La Maquinona aguantó en el club hasta 1979 dejando 360 partidos a cuestas. Ya empujaba la hornada de Joaquin, Jimenez, Ferrero, Mesa, Ciriaco y demás grandes . Pasó a ser segundo entrenador de Boskov, Miera, Novoa, Aranguren y García Cuervo sucesivamente . Pero además, Tati siempre tuvo una gran fisionomía para el fútbol, o lo que es lo mismo, era de esos que nada más ver a un buen jugador, ya sabía lo que había.

Otra anécdota suya que pudo haber sido sonada,  que refleja ese buen ojo para ver jugadores, fue cuando recomendó en 1995 el fichaje de un desconocido jugador del Girondins de Burdeos. Un día vio jugar a un espigado centrocampista de dicho club y recomendó encarecidamente su fichaje. pero el club no se decidió y prefirió esperar a que terminara contrato  para sondear ese fichaje. Ese espigado centrocampista francés firmó al poco por la Juventus de Turín.  Se llamaba Zinedine Zidane y marcó una época en la historia del fútbol . Sobran las palabras.

Pero además de todo es justo reconocer según las palabras de quién fue amigo suyo que" Tati siempre vivió la vida a su manera, era muy buena persona, pero nunca le gustó andar detrás de directivos, ni hacer la pelota a nadie. A él  le gustaba andar en su librería  (era un gran aficionado a la lectura), por los chigres tomando sus cubalibres con sus amigos, vivía muy a su manera, sin hacer ruido, pero fue siempre un  chaval muy noble y bueno , y muy querido en Gijón."

No resulta fácil hablar de alguien a quien ni conoces, ni has visto jugar, pero cuando sólo escuchas buenas palabras hacia ese alguien, quizás sea algo más sencillo. Tras toda una vida dedicada al Sporting, Tati Valdés, "La maquinona", uno de sus mejores jugadores, nos dejó en el año 2009 víctima de una enfermedad degenerativa.

Los Ultra Boys, le dedicaron una pancarta "Descanse en Paz Maquinona". El Sporting no pudo dedicarle una victoria. Espero que este articulo haya estado a la altura de las expectativas y os haya gustado. ETERNO MAQUINONA

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